En la España medieval, delegados o mandatarios del concejo que atendían a la defensa de los intereses concejiles, especialmente de los económicos, y fiscalizaban la actuación de los magistrados y oficiales locales. Historia Su nombre proviene del juramento que prestaban de defender los intereses de la comunidad. Eran elegidos todos los años por el concejo, generalmente dos por cada collación o barrio y formaban un cuerpo o cabildo, que se reunía periódicamente para cumplir su cometido. En Castilla, con el nombre de jurados se aludía a las autoridades propias de la organización gremial. Cada gremio tenía su propia organización y su gobierno estaba a cargo de una asamblea de los agremiados y de los llamados en Castilla jurados y veedores, en Cataluña priores y cónsules, mayordomos en Aragón, clavarios en Valencia y sobreposats...